Movie Review (Edición especial): The Magic Begins – Parte II

Proseguimos con el esplendoroso repaso de este hito del cine taiwanés (?). Las segundas partes rara vez son buenas, así que no esperen gran cosa (?).

¿Dónde habíamos quedado? Ah, cierto, Gokú e Y-Tou (Bulma) emprenden la persecución de los ladrones de la esfera. Velozmente dan alcance a los maleantes, que ahora viendo bien, no conducen tanques, sino bibicletas (?), digo, furgonetas (los motivos camuflados militares pueden confundir). Zebrata y María, los esbirros del Rey Cuerno, tirotean a nuestros valientes amigos hasta que los obligan a bajar de su jeep, que explota instantes después de que lo abandonasen. Como cuando son las dos de la mañana y en la tele no hay nada lo suficientemente excitante y hay que resignarse a utilizar la imaginación (?), Gokú e Y-Tou observan impotentes la huida de los malechores.
Se toman un elefante de la línea 27 (?) y cruzan la frondosa geografía del lugar, sin rumbo definido. De repente, se oyen gritos desesperados de auxilio. Una jovencita es acosada por un horrendo cerdo con figura humanoide, panzón y de piel negra y grasosa. Quiere desposarla, pero la chica, muy educadamente mientras huye despavorida (?), le explica que todavía es muy joven para tomar los votos, a lo que el cerdo responde con un indiferente «ñaca ñaca, muejejeje…» (?). Cuando está a punto de hacerle la fiestita, aparece el ortiba de Gokú (?) y arruina todo. Reprende violentamente al cerdo y éste queda a sus pies ofreciéndole su servidumbre. «Soy un lameculos», le dice. Desfortunadamente, a Gokú no le agradan los lameculos y se dispone a ajusticiar al pervertido, respetando la premisa de su abuelo: «Todos los malos deben morir». Miralo al viejito, le cabe la mano dura (?). El cerdo intenta impresionar a Gokú haciendo una demostración de sus transformaciones, lo que resulta ser un engaño para escapar. Convertido en murciélago (en una animación pedorrísima, aunque no tan mala para la época) surca los cielos, pero no puede huir de las garras de Gokú, que con ayuda de su báculo mágico lo atrapa y le propina un golpazo con el que va a estrellarse lejos de allí, contra un paredón, en lo que parecen las ruinas de algo. El cerdo regresa a su forma original (humana) y se presenta como Cerdito (?) (Vamos, que es Oolong). Es el 91º descendiente de la saga de los cerdos. Qué significa eso, ni idea, pero resulta que Gokú es el 91º descendiente de la saga de los simios (wait, what the fuck?), y entonces ambos se aceptan como hermanos o parientes lejanos (?). Lo que no saben es que han caído en el sitio equivocado…

Son los aposentos de uno de los personajes más queridos por el público dragonballero: Westwood (?), o sea, el rey de los perdedores, Yamcha. Es un gran cultor de las artes marciales, pero viste a lo Van Helsing (?), y lo mejor de todo, su discípulo es un loro (?), cuyo nombre en el doblaje español es inentendible, por lo que lo llamaremos «el loro Poar» (?). Westwood pela una ametralladora y exige dinero a Gokú y Cerdito, a cambio de sus vidas. Gokú se rehusa y se van a las manos (?). Los presentes intentan inútilmente descomprimir la situación alentando a viva voz el pleito (?). A continuación disfrutamos de una jugosa pelea de artes marciales que incluye armas como el báculo mágico de Gokú o la espada de plástico (?) de Westwood, comprada en un cotillón en Constitución (?).
El chico mono sin cola ni rasgos de primate (?) saca una pequeña luz de ventaja, pero no es suficiente para doblegar a un Westwood que batalla con todo valor y mucha técnica. Desafortunadamente para él, irrumpen Y-Tou y la otra pendejita que quería violar Cerdito, provocando el congelamiento pectoral de Westwood y dejándolo automáticamente fuera de combate. Gokú lo fulmina con un puñetazo en la cara y, después de recobrar el conocimiento y ver a Y-Tou abordándolo seductoramente (?), se las toma rumbo al sanitario más cercano…

Por la noche, y mientras Westwood se autosatisface (?), la niña perdida revela su historia a sus nuevos acompañantes. Se llama Jade, es hija del Guía de una aldea que no existe más (?) y necesita ayuda. Relata a Gokú y los demás sobre la terrible destrucción de su pueblo, igualito a como se los conté yo, pero con algunos retoques como para ensalzar la historia (?), victimizarse un poco más y convencer a los boludos de que la ayuden. Busca al Hombre Oruga (?), digo, Tortuga (Roshi), único capaz de derrotar al perverso Rey Cuerno y su séquito. En el medio también se expide (?) acerca de las Esferas del Dragón. La muy bicha (?) de Y-Tou añade que reuniendo las siete, el cielo se abrirá y dará lugar a un dragón mágico capaz de conceder cualquier deseo. ¡Alucinante! (?). Esta charla es prescenciada en als sombras por María, quien informa al Rey Cuerno sobre los planes del grupete, y también por Westwood, que para no ser menos, lo comenta con el loro Poar (?). Él también atesora una de las esferas, y habiendo descubierto su potencial, se dispone a juntar las siete para pedir al dragón que le de coraje y confianza frente a las mujeres.
Cerdito sabe donde vive el Hombre Tortuga, pero advierte a sus amigos que es un maniático sexual. Y-Tou mueve las cejas de arriba a abajo una y otra vez, como queriendo decir «buenísimo…» (?).

El Hombre Tortuga es un ermitaño que vive en una aislada isla (?) en el medio de lo que suponemos, es el Pacífico. Es centenario, muy sabio y poderoso. Curtido por el paso del tiempo y recluido desde hace mucho en su magnífica casa de vacaciones, le urge tener un íntimo encuentro con alguna apetecible señorita. Para eso llama (por medio de un ridículo baile) a su nube voladora y le encomienda traerle una. Mientras lidia con su desobediente hidrometeoro (?), Westwood, montado en un Jet Ski, arriba al pequeño muelle de la isla con intenciones de engañar al viejo hombre. Lo alerta sobre la inminente llegada de un forastero que quiere desafiarlo a un duelo. Hombre Tortuga lo invita a tomar unos mates (?) mientras esperan por el retador. De pronto, un grupo de desconocidos se acerca en una lancha. Son Y-Tou, Gokú y compañía. El propietario de la isla sale a su encuentro y arremete contra Gokú, luego de deleitarse con la figura de Y-Tou, a quien piropea mientras viola (?) con la mirada. El muchacho jura que ha venido pacíficamente a pedirle su esfera, y que no desea enfrentarlo. Westwood es desenmascarado y sale de su escondite dentro de la casa. Para probar quién es el mentiroso, Hombre Tortuga propone a los dos chicos subirse a la nube voladora. Sólo aquellos con un corazón puro pueden montarla. Como era de esperar, Westwood se cae de culo golpeándose el huesito dulce (?), mientras que Gokú no tiene problemas en mantenerse arriba de la nube y pilotearla por los cielos. El anciano decide regalársela junto con las baterías y el cargador (?). Los visitantes ponen al Hombre Tortuga al tanto de la situación de Jade y su pueblo. Loro Poar (?) buchonea a su amo revelando que lleva una esfera consigo. Westwood intenta escapar pero el anfitrión no se lo permite. Admite que la ha robado (no, pero si es pelotudo…) y Hombre Tortuga lo induce a cedérsela a Jade, como condición para poder abandonar la isla. Westwood accede y le da su esfera a Y-Tou, quien le retribuye con un pete (?) beso. El joven se desmaya y luego huye de la isla en su Jet Ski, Loro Poar (?) va detrás de él.

Pero la tarea de nuestros enemigos (?) no ha terminado. Todavía deben conseguir la esfera del maestro, que no es gratuita. Para dárselas, Hombre Tortuga pide a cambio un streap tease completo de Y-Tou, ésta dice que sin caño no baila (?), así que cierran en un desnudo parcial: sólo la parte de arriba. Y-Tou entra a la casa un momento, para acondicionarse (?). Le pide a Cerdito que use su magia para transformarse en ella y para salirse de tener que cumplir con el indigno requisito. Cerdito se convierte en una despampanante Y-Tou, agregándose más busto. Sus medidas son unas perfectas 90-60-90 (?). Vuelve con el viejo verde y le cumple su fantasía. Pero mejor que se las narre, es que la vean…

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Luego del show, TurtleMan les obsequia su Esfera del Dragón, aunque poco pueden disfrutar de ella… Inesperadamente aparecen las navecitas voladoras del principio de la película y bombardean la isla, haciendo añicos la lujosa casa del maestro. Gokú intenta pelear, pero Hombre Tortuga le recomienda que escapen en la nube voladora mientras él se encarga de los villanos. Sirviéndose de sus poderes logra derribar algunas naves, pero no puede impedir que María y Zebrata hurten las tres esferas que poseían. Hace un último intento con un desmejoradísimo Kame Hame Ha, aunque no consigue hacerle daño a sus oponentes y éstos terminan por explotar lo poco que quedaba de su hogar…

Ahora el Rey Cuerno tiene seis de las siete esferas y está cada vez más cerca de cumplir sus ambiciones… ¿Podrán impedirlo nuestros amigos?

Parte I